¿Qué es el Acné?
El acné es un trastorno de la piel que genera afección cutánea. Ocurre cuando los folículos pilosos se tapan con grasas y celular muertas generando que se tapen los poros y ocasionando lesiones; a su vez, causando las espinillas blancas (comedones cerrados), las espinillas negras (comedones abiertos), las pápulas rojas e inflamadas, y los nódulos o quistes que se pueden desarrollar alrededor del cuerpo.
La mayoría de los brotes ocurren en la cara, pero también en la espalda, pecho, hombros y parte superior de los brazos. Las apariciones de acné surgen durante la adolescencia y llegan a desaparecer al llegar a los 30 años en muchos casos. Suelen haber personas que continúan con la complicación cutánea que podrían padecerla hasta los 40 – 50 años.
Diversos estudios revelan que un 10% y s20% de las personas de ambos sexos siguen manteniendo estas lesiones hasta edades adultas.
Durante la juventud, este trastorno afecta gravemente la imagen corporal y la autoestima. Según sea su gravedad, el acné causa sufrimiento y deja la piel deformada; es por eso que hay tratamientos eficaces para este mal, pero en muchos casos el acné aún persiste, pues los granos y erupciones cicatrizan lentamente y a su vez florecen otros.
Es por eso que mientras a más temprana edad prevenga este mal, menor es el riesgo a largo plazo.
¿Tipos de acné?
El acné presenta dos tipos principales:
- Comedones abiertos, conocidos como puntos negros, es la mezcla pegajosa de células y sebo se oscurece al entrar en contacto con el aire.
- Comedones cerrados, esta mezcla se encuentra sellada debajo de la superficie, formando un granito. El acné inflamatorio se compone de lesiones rojas y elevadas, a menudo con un centro blanco (se les conoce como espinilla).
Se encuentran en función de las lesiones predominante, estas se pueden establecer tres tipos de acné que se correlacionan con su gravedad:
- Pre acné: Se localiza en la frente, mejillas y la parte alta del tórax. Se observa una piel grasa, con orificios sebáceos más abiertos, ligera queratosis del folículo y comedones iniciales. Suele durar unos meses, desapareciendo incluso sin tratamiento, aunque algunos preadolescentes pueden presentar acné posteriormente.
- Grado I: Predominan los comedones abiertos y cerrados con algunas pápulas.
- Grado II: Predominan las lesiones inflamatorias superficiales y también se presentan comedones. En función de la intensidad, existen formas moderadas y formas graves.
- Grado III: Esta se caracteriza por la presencia de cicatrices, quistes, abscesos, nódulos, junto a comedones y lesiones inflamatorias superficiales en mayor o menor grado.
¿Cómo se origina el acné?
Hay cuatro factores principales que causan el acné:
- El exceso de producción de materia grasa (sebo).
- Los folículos pilosos obstruidos por materia grasa y células muertas de la piel.
- Las Bacterias.
- Las Inflamaciones cutáneas.
El acné suele aparecer en la cara, la frente, el pecho, la parte superior de la espalda y los hombros, porque estas áreas de la piel tienen la mayor cantidad de glándulas sebáceas. Los folículos pilosos están conectados a las glándulas sebáceas.
Es posible que la pared del folículo sobresalga y se forme un punto blanco. O puede que el tapón se abra a la superficie, se oscurezca y forme un punto negro.
Un punto negro puede parecer suciedad incrustada en los poros. Pero, en realidad, el poro está lleno de bacterias y materia grasa, que se oscurece cuando se expone al aire.
Los granos son puntos rojos que sobresalen, con un centro blanco, que aparecen cuando los folículos pilosos bloqueados se inflaman o se infectan con las bacterias. La inflamación y las obstrucciones profundas dentro de los folículos pilosos producen protuberancias similares a quistes debajo de la superficie de la piel.
Por lo general, no hay otros poros de la piel (que son las aberturas de las glándulas sudoríparas) relacionados con el acné.
Algunos factores pueden desencadenar o empeorar el acné:
- Cambios hormonales. Los andrógenos son hormonas que aumentan en los jóvenes durante la pubertad y que hacen que las glándulas sebáceas se agranden y produzcan más sebo.
- Los cambios hormonales durante la madurez, especialmente en las mujeres, también pueden provocar brotes.
- Ciertos medicamentos. Los ejemplos incluyen medicamentos que contienen corticosteroides, testosterona o litio.
- Estrés. El estrés no causa acné, pero, si ya lo padeces, puede emporarlo.
- Genético. Pueden tener antecedentes en familiares que tienen problemas con la piel, de las cuales uno puede padecerlas; existe una mayor tendencia de que los hijos mismos hereden este mal.
- Ciertas prendas de vestir. Algunas de las prendas podría generar granitos, producto de la textura de la tema que genere irritación; por otro lado, hay accesorios, por ejemplo, los cascos que ejerzan presión ya sea en el resto o en la misma cabeza, cuello y en algunos casos, espalda.
- La higiene personal.
¿Qué secuelas deja el acné?
El acné de grado I o leve, no suele dejar cicatrices; sin embargo, apretar los granos o intentar abrirlos aumenta la inflamación y la profundidad de la lesión, pues con ello es más probable la formación de cicatrices. Los quistes y los abscesos del acné grave se rompen a menudo y, después de su curación, normalmente dejan cicatrices. Las cicatrices pueden ser agujeros diminutos y profundos (cicatrices de punzón de hielo), marcas más anchas de profundidad variable o grandes indentaciones irregulares. Las cicatrices del acné duran toda la vida y en algunos casos suponen una fuente de problemas emocionales. Las cicatrices pueden ser oscuras.
Los afectados por acné de grado II o moderado, tienen más puntos negros, puntos blancos, granos y pústulas.
Las personas con acné de grado III o grave, tienen un gran número de puntos blancos y negros, pápulas y pústulas o acné quístico (profundo). En el acné quístico, los quistes son nódulos grandes, rojos, dolorosos y llenos de pus que pueden fusionarse bajo la piel y formar abscesos de mayores tamaños y supurantes. Estos presentan un daño más serio como es el caso del acné conglobata, que es la forma más grave de acné y causa cicatrices importantes y otras complicaciones derivadas de los abscesos.
Este acné puede aparecer en los brazos, el abdomen, las nalgas, e incluso el cuero cabelludo. Por otro lado, está el acné fulminante y la pioderma facial (también llamada rosácea fulminans) son dos tipos posiblemente relacionados y raros de acné grave que suelen desarrollarse de forma repentina.
NOTA: Es recomendable seguir los consejos de un experto a la hora de escoger el tratamiento más apropiado, pues está en función de cada individuo y de su historial clínico.
¿Cómo curar el acné?
Es necesario recordar que el acné se genera por obstrucciones de la piel y por causas hormonales. La mayoría de dermatólogos recomiendan que es necesario lavarse con cuidado la cara por la mañana y por la noche. Una piel grasa debe limpiarse con un jabón especial y permite utilizar un tónico.
Por otro lado, una persona que tenga la piel seca tiene que realizar la limpieza diaria con una leche limpiadora, “nunca un tónico ni jabón”, recalcan los especialistas, pues puede agravar la situación. El agua micelar se puede utilizar en todos los tipos de pieles.
El tratamiento dependerá del tipo de lesiones, por lo que se podrá utilizar desde un tratamiento tópico a otro por vía oral según la intensidad de las heridas. Es necesario acudir al dermatólogo para valorar si el acné está relacionado con alguna enfermedad hormonal y así facilitar que los tratamientos sean realmente efectivos y evitar la formación de cicatrices.
También existen cremas especializadas para la piel, así como tónicos en aerosol con tendencia acneica, que contienen ingredientes como ácido salicílico y que puedes comprar en la farmacia que no son sólo para uso de rostro, sino para todas las áreas donde surja el acné.
Se tiene que ser realista, los resultados suelen tardar semanas en lugar de horas y la regularidad es clave para erradicar el acné de la piel. Sin embargo, solo el 30-50 % de los pacientes suele atenerse a su tratamiento programado: Empiezan con las mejores intenciones pero, después, pierden la esperanza cuando las cosas no cambian de un día para otro. Y así es cómo el acné saca siempre ventaja.
Ten en cuenta que ni los alimentos ni el estrés en sí causan acné. Sin embargo, sí que está muy relacionado con el sobrepeso. Por lo general, una persona con sobrepeso/obesidad que tenga acné, y que decida disminuir su peso, notará que mejorarán sus lesiones.
NOTA: Si tienes problemas, consulta a tu médico de cabecera o a tu dermatólogo.
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